miércoles, 28 de noviembre de 2007

Piedra del Águila, Parque Nacional Nahuelbuta

Unos días atrás leyendo en el foro de la ADACH, me entere de la intención de uno de sus integrantes en realizar un viaje al parque nacional Nahuelbuta, lo tenían planeado para un día Domingo, eso significaba que lamentablemente yo no podría ir. Tres días antes del viaje, y sin tener mucha noción del porque, me veo realizando una llamada telefónica. Aun sabiendo que no podría ir, llame a Avilsex (organizador del viaje) para obtener detalles de éste y saber si aun se mantenía en pie, me confirmo la salida a la vez que me pregunto si yo participaría de ésta….ahí sin pensarlo y sin saber porque, prácticamente le confirme mi asistencia. No se imaginan todos los arreglos que tuve que hacer para poder cumplir con lo acordado, pero en fin llego el día Domingo y me encontraba en el lugar indicado y a la hora acordada para iniciar nuestro viaje.

Fui el primero en llegar al punto de reunión, pasaban los minutos y mi compañero no se hacia presente, lo llame por teléfono y, como buen chileno, estaba un tanto retrasado…que lo esperara dijo. Minutos más tarde me devuelve la llamada para sugerirme que me adelantara en la ruta y que un poco más allá estaba esperando un segundo acompañante en nuestra aventura (pablo24), me uní a éste y comenzamos a rodar, el camino elegido fue la “ruta de la madera” con destino a la ciudad de Angol desde donde realizaríamos el ascenso hasta el parque.


Luego de una media hora de camino, ya estaban las tres motos alineadas en la ruta. Sin darnos ni cuenta y a no mas de 80K/h muy pronto estábamos en la ciudad de Angol, primera parada para cargar combustible, tomar desayuno y disfrutar del sol mañanero.



La plaza de armas de Angol era muy linda, rodeada de árboles nativos y coronada por una fuente de agua y hermosos jardines.































































































Una vez repuestos, desayunados y con las provisiones listas para la segunda etapa del viaje, procedimos nuestro camino. Bajamos la presión de los neumáticos y comenzamos el lento ascenso hacia la cordillera de la costa, deberán comprenderque la lentitud se debería a que dentro del grupo iba una Honda Passion, la cual por cierto no arrugo en ningún momento.



Esta era la imagen del pueblo vista desde la ruta.




Comienza a cambiar el estilo de la vegetación, dando paso a los hermosos bosques nativos del Sur de nuestro país.





Fíjense en la casa que se aprecia al la do izquierdo de la foto la están construyendo y cuenta con una piscina natural en su patio, con playa, arena y un magnifico entorno completamente natural…sin comentarios, realmente un pequeño paraíso.




Continuamos nuestro rodar, el ripio del camino daba paso a la tierra y el andar se hacia mas placentero, una que otra piedra sobresalía del suelo, pero era fácil esquivarlas o simplemente saltarlas.























Cuando estábamos frente a la caseta de los guarda parques, desmontamos nuestras niñas y pudimos apreciar y sentir el exquisito aroma que emanaba del bosque… una mezcla de humedad, musgo, flores y árboles nativos.




Nos dieron la bienvenida y nos entregaron las recomendaciones y explicaciones correspondientes. Continuamos camino y nos internamos en el parque con destino al famoso mirador natural “piedra del águila”.





Parque nacional Nahuelbuta, creado en 1939, este parque se sitúa en plena cordillera de Nahuelbuta, al oeste de Angol en la región de La Araucanía. Esta cordillera posee las condiciones necesarias para que la araucaria, árbol que habitualmente se le encuentra en la precordillera y cordillera de los Andes, se desarrolle cerca de la costa, existiendo ejemplares cuya edad se calcula de 2 mil años. En el parque, cuyo nombre en lengua mapuche significa "tigre grande", además de la araucaria, se encuentran coigües, robles, lengas y plantas insectívoras. Entre las aves y mamíferos que se pueden encontrar destacan zorros, carpinteros negros, chucaos y churrines.En el parque los cerros no sobrepasan los 1.600 msnm, siendo el más alto el llamado Piedra El Águila, desde el cual es posible observar el mar, el valle central y los volcanes andinos.






La primavera hace lo suyo, y el “amor” se hace presente en toda su extensión.


















Uno de los habitantes autóctonos del lugar es el Zorro Chileno, pero la verdad, con el ruido de nuestros corceles, nunca pensamos en la posibilidad de ver uno…nos equivocamos.










































Los senderos y caminos peatonales, no fueron impedimento para las motos…como aperro la Passion.





Y ahí estaba… enfrente de nosotros se erguía la piedra del águila.








La vista era espectacular, las fotos no revelan la real majestuosidad ante la cual estábamos postrados.


































































































Nos adentramos por los senderos en busca de la “casa de piedra”, estructura de rocas que asemejaban una gran cueva que podría servir perfectamente de cobijo a unas 4 personas, es increíble las formas que suele entregarnos la naturaleza.

























































Después de habernos extasiado con las imágenes que nos entregaba la naturaleza tuvimos que emprender el retorno, era un viaje largo para el tipo de moto en que andábamos y el cansancio propio de la aventura.














































De un momento a otro nos encontramos en la ruta, de vuelta a nuestras casas, zigzagueando y disfrutando cada una de las curvas del camino…era de noche, había sido un día muy gratificante, lleno de aventuras, no fue tan solo un Domingo mas del calendario, fue especial, compartí y conocí un poco mas a dos compañeros de ruta lo que seguramente será el principio de largas jornadas sobre nuestras niñas.

Las estrellas marcaron el fin de nuestro viaje, el fin de un día más…

…un día más para disfrutar
…un día más para sonreír
…un día más para vivir

2 comentarios:

Ex-Alumnos SSR dijo...

Christian :
felicitaciones, me leí todos tus paseos , muy entretenido. Eso andi buscando , un grupo con quienes poder hacer este tipo de aventuras. Sana envidia. Y el lugar donde vives, inmejorable. Soy de Santiago , pero he estado en varios lugares que mencionas. No en moto, todavía. Sigue adelante y espero alguna vez entontrate en la ruta para comentar sobre el viaje. Buenas fotos además.

guga

Christian dijo...

Gracias por el comentario, uno nunca sabe las vueltas que da la vida, en una de esas, como tu dices, nos encontraremos en la ruta… seria fantástico
Salu2